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La economista que quiere llevar la bandera cripto en NY
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Hay quienes le han preguntado a José Luis Daza, economista, si sería ministro de Hacienda de un eventual gobierno de José Antonio Kast, de quien es asesor en esta segunda vuelta presidencial, a lo que responde que no.
Explica que hay otros profesionales con más “carrete” en Chile para ese puesto. Y añade otra razón: que su mujer está por abrir una empresa en Nueva York, y que él la apoyará en su emprendimiento.
Tras comentarle esto a la venezolana Tania Reif -se casaron en 2015, en Nueva York, donde ambos viven-, ella sonríe. Y a través de la pantalla, desde la casa que comparte con Daza en Greenwich, en las afueras de Manhattan, cuenta su historia, una que mutó de la arquitectura a la economía, y luego de los fondos de inversión más establecidos de Manhattan, al mundo cripto que ahora pretende liderar a través de su nueva empresa, Senda Digital Assets, que lanzará durante el primer trimestre del 2022.
“Mis crisis cambiarias”
Reif nació en Iowa mientras su padre se doctoraba en Fisicoquímica. Gracias a eso obtuvo la nacionalidad que años más tarde le permitió mudarse a EEUU. Junto a su único hermano creció en Caracas y estudió en un colegio privado de la comunidad judía.
“Crecí en los años ‘70, cuando Venezuela estaba en pleno auge económico, eran los años dorados post descubrimiento del petróleo, era un país muy rico con mucha infraestructura, vida cultural”, rememora.
A partir de los ‘80, el escenario cambió. “El país empieza a sufrir muchas crisis cambiarias, una tras otra”, asegura. El panorama, relata, afectó a su familia.
“Mis padres eran profesores de la Universidad Central de Venezuela (ella pedagoga, él fisicoquímico) y ganaban un sueldo de universidad pública, por lo que durante las crisis cambiarias el ingreso real de mi familia se desmoronaba de un día para otro, una y otra vez. Era una cosa que te ponía a temblar, te costaba dormir. Y más a la gente de medios escasos. Desde chiquita viví esa ansiedad muy visceralmente”, relata.
Estudió arquitectura, y antes de graduarse trabajó para una empresa que parte del tiempo realizaba planeamiento urbano. “Íbamos a barrios muy pobres a entregar microcréditos y consejos para construcción de sus viviendas”, recuerda. Al regresar a su oficina a diseñar una cocina, “tenía poca motivación”, dice. “Después de ver el sufrimiento de personas que no tenían qué comer por la crisis económica, aquello para mi no tenía sentido”, relata.
Entonces postuló a Harvard, al master en Planeamiento urbano y desarrollo económico. “Pensando que me ayudaría a entender qué es lo que causaba estas crisis cambiarias, porque viví la secuela que dejaba la desestabilización macroeconómica en carne propia”, añade. La aceptaron pero le exigieron un curso de economía. Lo hizo en Columbia. “Y cambió mi vida”, confiesa.
Inicios como economista
Al terminar se sumergió en el mundo macro, postuló al doctorado en Columbia e hizo su tesis en crisis cambiarias. Y en 2002 ganó el premio a la mejor tesis en materia internacional del año. Entonces fue fichada por el Fondo Monetario Internacional, en Washington, donde empezó un programa de entrenamiento (en el que se reclutaba a recién graduados de las mejores universidades del mundo), y luego se desempeñó como economista trabajando en Asia, África y Latinoamérica (incluido Venezuela), “aprendí del delicado balance de incentivos en políticas públicas en diferentes países”.
Corría el 2006, el mundo pasaba por un periodo “goldilocks” -que crece a un ritmo moderado sin inflación, sostenible a largo plazo-, “la mayoría de los países emergentes habían pagado las deudas al FMI, en el sector privado y financiero estaba en un boom de innovación y era el lugar más atractivo para crecer profesionalmente”. La ficharon del Citibank y trabajó como vicepresidenta de Análisis y Mercado en NY.
En esa época conoció a José Luis Daza. “Él administraba el hedge fund QFR Capital y era uno de mis clientes. Fui a su oficina a hacer mi presentación de Latinoamérica, y así nos conocimos. Por un tiempo nos vimos profesionalmente, pero eventualmente empezamos a salir”, cuenta. “El resto es historia”, relata riendo.
“Mis hedge fund years”
En plena crisis subprime fue reclutada por una firma que miraba con admiración, Soros Fund Management, del famoso George Soros, con quien ella trabajó directamente -también con su hijo Robert- viendo estrategia macroeconómica en mercados emergentes.
Del magnate filántropo destaca que “Soros tiene una intuición increíble. Puede con mucha rapidez identificar cuáles son las tendencias macro que están dominando los mercados, y captar cuál es la mejor forma de expresar su visión. Tiene agallas para hacer enormes apuestas, es algo lejano a la tendencia actual, pues aceptaba mucha más volatilidad”.
En 2013, tras cuatro años en Soros, entró a Laurion Capital, donde por primera vez tuvo su propio portafolio, enfocado 100% en monedas, su gran pasión. Desde 2016 manejó fondos de activos monetarios y tasas de interés en el gigante Citadel y luego en Alphadyne.
En 2017 la revista Hedge Fund Journal la nombro entre las “50 Leading Women in Hedge Funds”. “En total fueron 12 años de experiencia, a este tiempo lo llamo mis hedge fund years, que me dieron la formación necesaria para manejar riesgo. Sentí que estaba lista para armar mi propia empresa”, señala.
Bandera cripto
Desde que aparece Bitcoin, en 2009, Tania Reif miró el fenómeno con curiosidad, pero no sospechó su rápido alcance, hasta el 2018. “Ahí se vio crecimiento exponencial, apareció Ethereum y otras criptomonedas, y la infraestructura alrededor del ecosistema se hizo más robusta. Empecé a leer con más seriedad de qué se trataba”, señala.
En eso estaba cuando en octubre de 2019, durante la reunión anual del FMI en Washington, Reif participó de panelista en la mesa redonda que discutía el futuro del dólar en el contexto monetario global junto a otros expertos. “No hubo ninguna mención de cripto. Y me pareció impactante. Nadie lo mencionó como algo importante del futuro de la política monetaria global, cuando era lo más disruptivo que habíamos visto en décadas”.
Cuando llegó su turno, les dijo: “abran los ojos, cripto se viene, va a cambiar los mercados donde todos nosotros trabajamos, tenemos que prestarle atención”. “Mis colegas del mundo macro tradicional me empezaron a titular como la abanderada del cripto”, ríe.
En 2020 la política monetaria global impulsó los activos digitales aún más y la economista decidió armar su propia empresa dedicada a ayudar a inversionistas que quieran diversificar su portafolio con monedas cripto. “Tengo la impresión de que la gente del mundo macro tradicional confía en mi pedigree y prefiere darme la potestad de manejar sus activos cripto en forma diversificada en lugar de limitarse a managers concentrados en iniciativas tipo venture capital”, señala.
Le faltaba el brazo tecnológico, y ahí es donde entra su hermano, el ingeniero Jacky Reif, quien se encarga de esa área. Lo conversó con su marido y se lanzó. ”Desde que empezó mi pasión cripto lo hablo con él y tiene plena confianza en mi proyecto, invertirá en mi fondo. La que está metida en cripto soy yo, pero como pareja uno comparte estas cosas. Él conoce el mundo de las inversiones y sí coincide en que cripto tiene gran futuro”.
Lista para la expansión
“El fondo implementara una estrategia “quantamental” que utiliza modelos cuantitativos para seleccionar y monitorear un portafolio de tokens diversificados en varios sectores cripto incluidos Smart Contract Platforms, Metaverse, DeFi, Oracle, Storage, entre otros”.
Sus clientes en un principio serán de alto patrimonio, “pues quiero tener solo selectos de alto nivel al comienzo para asegurarme que puedo pulir y refinar la herramienta en vivo”. Dice que en este minuto hay pocos que ofrecen algo parecido a lo que hará Senda.
“En general existen índices más pasivos ponderados por capitalización de mercado. Pero eso no es recomendable en el entorno actual, porque dejas fuera el rally de monedas nuevas y emergentes, como Solana, o tendrías que incluir a otras como Dogecoin, que es súper peligrosa como meme token”, dice.
Su plan es llegar a todo el mundo. “Los estudios de construcción de portafolio sugieren que tener alrededor de un 5% en cripto es óptimo, y por ende creo que los family offices, fondos de pensiones y fondos soberanos se abrirán a esa posibilidad en un futuro no tan lejano. Eso aquí en EEUU, en Chile, y en todo el planeta. Ya está comenzando, y yo quiero estar lista para absorber ese flujo y poder administrarlo”, concluye.
"La política es el amor y la obsesión de José Luis"
Tania ha estado varias veces en Chile: suele pasar diciembre con los Daza -ha visitado la costa, como Zapallar y Valparaíso-, y si Ómicron lo permite, se vendrá a Santiago los próximos días. Su marido llegó la semana pasada para trabajar en la campaña del líder del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast.
“José Luis y su familia siempre han tenido un pie y un ojo en la política. Y para JL la política es el amor y la obsesión de su vida; para él es sobre todo importante contribuir a la discusión económica. Lo hace con una pasión que creo no haberle visto a nadie”.
Lo que él busca, dice, “es alertar del peligro que tiene para el país el que se tome el rumbo equivocado. Le preocupan los cambios sutiles que la gente puede erróneamente percibir como inocuos para el crecimiento. Pero cuando se van agregando nuevas medidas que debilitan el ambiente empresarial y los incentivos de crecer, tiene grandes consecuencias a largo plazo. Si la sostenibilidad fiscal se ve amenazada, Chile terminaría de nuevo en una crisis cambiaria y eso es muy peligroso”.
En todo caso, aclara que tiene una visión distinta en los temas valóricos del candidato: “Crecí judía y muy liberal. Soy pro aborto y matrimonio igualitario. Y creo que el voto femenino ha dudado de Kast por esa visión más conservadora”. “Pero no me pierdo, el tema económico es fundamental: la inequidad e injusticia no se soluciona debilitando el ambiente empresarial ni con redistribución insostenible, porque a los dos años no te quedará nada. Lo viví en mi país”.
Y lo de tener un Congreso moderado, no lo mira con suficiente tranquilidad. “Le dije a JL, ‘creo que Boric se beneficia de la percepción de que no podrá hacer lo que quiera, porque el Parlamento le pondrá límites’. Pero hay una Constitución en construcción, y no está claro cómo quedarán diseñados los poderes ni qué rol tendrá el Congreso”.