Padre orgulloso”, “empresario” y dos emoticones de perros. Eso eligió Luis Jiménez Garcés (39 años) como su biografía de Instagram, red social donde acumula 488 mil seguidores y más de 130 fotos. Eso y nada más.

No hay referencias a su carrera de más de 22 años en el fútbol, donde alcanzó a ser seleccionado nacional y jugador de equipos de élite como el Inter de Milán, Lazio y West Ham United. Ya no es el “Mago” en el campo de juego, sino que un ejecutivo con reuniones, planificaciones y negocios. Muchos negocios.

“Me gusta el fútbol, pero hoy no es algo que me apasione. Yo siento que ese deporte está un poco manchado, por decirlo de alguna manera. Además, terminé hace poco, entonces prefiero darme un respiro”, dice sentado en la oficina de WeHub -su agencia de contenidos-, emplazada en Ciudad Empresarial, Huechuraba. “Yo empecé por pasión. Desde chico que el fútbol era mi sueño, pero ya hacia el final era mi trabajo”.

Como tantos jugadores profesionales, Luis Jiménez empezó a invertir su patrimonio durante su etapa como futbolista. Partió, dice, en el mercado inmobiliario, como la mayoría de sus compañeros. Luego, de a poco, fue ideando negocios específicos y con más riesgo.

Por ejemplo, mientras jugaba en Dubái, emprendió con una empresa dedicada a la importación de bebidas sin alcohol, un importante mercado en ese país, debido a sus estrictas restricciones al consumo de este tipo de productos. “En el mundo del fútbol se acercan muchas personas a ofrecer negocios. Y normalmente son siempre: ‘tú pones la plata y yo me encargo de lo otro’. Yo nunca acepté eso, no era muy partidario de esa forma de emprender”, relata.

Él tomó otra estrategia: se inscribió a cursos como administración de empresas y evaluación de proyectos mientras aún era jugador. El último que terminó fue un diplomado en marketing digital, en la Universidad Adolfo Ibáñez. “Estudio para no estar en cero, para ir a una reunión y saber de qué están hablando. Y, además, algo que he aprendido es apoyarme en la gente que realmente sabe, y elegir bien a las personas con las que trabajo”.

El ex seleccionado nacional logró obtener altos ingresos durante su carrera como futbolista, especialmente en su estadía en Europa y Medio Oriente, donde jugó en equipos como el Al-Nasr, de Dubai, y el Al-Gharafa, de Catar.

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Al regresar a Chile, jugó en Palestino y luego, en Magallanes. En 2022 anunció su retiro, y a partir de ahí se dedicó 100% a sus negocios. “He jugado dos partidos o tres desde que dejé el fútbol”, asegura. Y agrega: “Si me invitas a jugar hoy en la tarde o a comer algo, yo digo vamos a comer algo”.

Hoy, Luis Jiménez tiene seis negocios, cada uno en distintas etapas de desarrollo: algunos son más avanzados, como Louis Antoine, su marca de ropa que prepara su arribo al Costanera Center y su aterrizaje a mercados como Argentina y Medio Oriente, o Double Five, firma de becas deportivas en EEUU que armó con el exjugador Nicolás Larrondo. Otras empresas, en cambio, están recién partiendo, como WeHub Creative -una agencia de marketing digital- o 274, un gin premium que lanzará en abril.

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Hace tres semanas Luis Jiménez aterrizó en Miami, Florida, con su amigo Daniel Santana, productor chileno de larga experiencia y quien ha trabajado con artistas como José Luis Rodríguez y Juanes, entre otros. El objetivo del viaje era simple, pero trascendental: que Santana le presentara a Daddy Yankee, el rey del reggaetón, a Luis Jiménez. “Llegué a su casa pensando que me iba a encontrar con 150 personas y terminó siendo un tipo súper humilde, súper centrado. Fue una tremenda experiencia”.

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La historia es así: Daniel Santana, fundador de la extinta productora SantanaMedios, es uno de los colaboradores más estrechos de Daddy Yankee. Él está detrás de la producción audiovisual de sus videos, redes sociales, y más. En 2023 conoció a Luis Jiménez y a mediados de ese año el exfutbolista le propuso armar una nueva empresa para potenciar su negocio. La bautizaron como WeHub y hoy están emplazados en una remodelada oficina en Ciudad Empresarial, que tiene distintos estudios de fotografía, video y audio.

Aparte de Daddy Yankee, también colaboran con artistas como Myriam Hernández o Noche de Brujas. Esta semana, también, trabajaron en la producción de fotografías a los animadores del Festival de Viña. El tercer socio en el negocio es el futbolista Carlos Villanueva, estrecho amigo de Jiménez. El plan a largo plazo, explica el excapitán de Palestino, es llevar la firma a Miami.

Del marketing al gin

Fue a finales de 2023 cuando nació uno de los últimos negocios de Jiménez. Se llama WeHub Creative, y es una oficina de marketing digital que cofundó con Nicolás Larrondo, exjugador de Universidad de Chile, con quien ya había emprendido previamente.

¿El origen del negocio? Jiménez se había cansado de las agencias de publicidad tradicionales, entonces decidió armar la suya propia. Consultó con Larrondo y en cuestión de semanas armaron un negocio centrado en la producción de marketing digital. Ya tienen los primeros clientes y pronto esperan dar a conocer un producto que, adelanta el exfutbolista, “será pionero en Chile”.

También está con Double Five, empresa experta en gestión de becas deportivas para Estados Unidos. “Es un negocio súper especial, porque en el fondo hay muchos jugadores que sueñan con ser futbolistas. Están toda su vida esperando la oportunidad. Llegan a los 18 años y les dicen, ‘¿sabes qué? tú no sirves. Para casa’. Así de crudo. Entonces a esa edad te quedas sin haber estudiado y sin ser futbolista profesional. Por lo tanto, nosotros les damos la oportunidad de ir a estudiar a Estados Unidos becados y de jugar en ligas universitarias súper competitivas. Es un proyecto que me gusta muchísimo, más allá de lo económico”.

Y más allá del deporte, moda y producción de contenido, Luis Jiménez está apostando por la industria del gin. Lleva más de un año y medio diseñando el negocio, la botella, etiqueta y receta, y todo está listo para lanzar el proyecto en abril.

Se llamará 274 y será un gin artesanal doble destilado que, al igual que con WeHub, tiene al futbolista Carlos Villanueva como socio. El nombre viene de la aceleración gravitacional del sol, que es de 274 m/s². “Fue un momento que queríamos estar juntos, compartir tiempo. Creamos el gin para hacer una junta, no como para irnos de fiesta ni emborracharse”. La idea, adelanta Jiménez, es que cuando el producto se expanda por la industria nacional, se pueda exportar.

“El fútbol chileno está medio complicado”

Luis Jiménez dice que todos sus negocios son parte de JL Brands, un grupo empresarial que tiene sus oficinas centrales a 200 metros de las dependencias de WeHub, también en Ciudad Empresarial.

“Normalmente yo voy casi todos los días a la oficina. Hay veces que llego más temprano o más tarde, pero voy siempre. Obviamente cada marca tiene su responsable”, comenta. Quienes trabajan con Luis, explican que es alguien muy organizado y que tiene su calendario lleno de detalles para no olvidarse de las distintas reuniones.

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- ¿Le costó la transición entre el fútbol y los negocios?
- No, ya estaba agotado del fútbol. Si hoy tú me dices que vuelva a jugar fútbol, yo lo haría, pero solamente a los 90 minutos del partido. El día a día es lo que me agotó. Además que, por ejemplo, el fútbol es tan amplio que tiene diferentes formas de verlo. A ti te puede gustar jugar mal y ganar. Pero a mí no: me gusta jugar bien, proponer, tener la pelota. Y cada vez se ve menos eso, cada vez me tocaban menos entrenadores que fueran así. Entonces no me divertía tanto.

Y a pesar de que no tiene interés en volver al fútbol, sí tiene aprobadas dos certificaciones de entrenador y director deportivo. Eso sí, dice, las tiene “en el cajón”. “He tenido algunas invitaciones a trabajar, pero de momento no es algo que me llame la atención. Además, el fútbol chileno está medio complicado. Entonces para estar trabajando y pasar rabias, prefiero pasar rabias con mis cosas”.