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La fórmula de Broota en el "exit" de Pago Fácil
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En un principio, a finales de 2017, los fundadores de Broota dijeron que no. “Le faltaban unas cosas”, recuerdan. Pero meses más tarde el creador de Pago Fácil, Cristián Tala, se acercó de nuevo y los convenció. “Él estaba organizando todo este proyecto desde Holanda, donde estaba estudiando un MBA. Vimos potencial porque se hacía cargo de un problema que afectaba a muchos emprendedores”, cuenta José Antonio Berríos, director ejecutivo de Broota, compañía chilena de crowdfunding (financiamiento colectivo) que tiene su origen en 2012.
Le dijeron que sí, pero con condiciones: tenía que formalizar la idea en una sociedad. En cuestión de meses Pago Fácil -una fintech que nació con el objetivo de simplificar y democratizar los pagos en línea- recaudó y superó en un 50% lo que necesitaba: el aumento de capital esperado era de $ 40 millones y logró levantar $ 60 millones. Participaron 56 personas entre desconocidos, familiares y clientes recurrentes de Broota.
Y lo que fue en un principio una apuesta (hasta ese momento Pago Fácil tenía solo 130 clientes), hoy es un actor clave en la industria: la fintech tiene más de 6.000 marcas asociadas -entre ellas Sindelen, Patagonia, Tika y Rotter & Kraus- y superan las 700 mil transacciones mensuales.
Luego de la operación con Broota, Pago Fácil concretó otro aumento de capital, esta vez con Consorcio Financiero. En 2019 el holding ligado a las familias Hurtado Vicuña, Gárces y Fernández León acordó una inversión de US$ 500 mil para escalar el proyecto de Tala (ver nota relacionada).
Esta semana se confirmó la compra total de Pago Fácil entre Bci y EVO Payments, firma estadounidense experta en el rubro y que cotiza en Nasdaq. Además, tienen más de 550 mil comercios afiliados, presencia en 13 países y transacciones por más de US$ 110 billones al año. Esta operación fue posible por un joint venture entre Bci Pagos y el gigante norteamericano.
El exit -concepto que se utiliza en el mundo del emprendimiento cuando una compañía es comprada o fusionada con una de mayor tamaño- de Pago Fácil fue un proceso lento que comenzó en 2019 y que involucró un largo due diligence y diversas negociaciones con Estados Unidos. A Pago Fácil lo asesoró el departamento de Venture Capital del estudio CMS Carey & Allende, comandado por Diego Rodríguez. Pero además, Broota fue un actor clave en el proceso, ya que asesoraron a Tala durante gran parte de la negociación. De hecho, el mismo director ejecutivo de la compañía de crowdfunding le recomendó asesorarse con ese estudio de abogados.
Además, antes de la venta, Berríos ocupaba un sillón en el directorio de Pago Fácil. Y si bien no se conoce el monto final de la compra, el fundador de Broota comparte que “las personas que apostaron por Pago Fácil lograron multiplicar su inversión por 36”.
“Siento alivio”, ese es el concepto que elige Cristián Tala para definir su estado de ánimo luego de concretar la operación con Bci y EVO Payments. Luego de tantos meses, dice desde la pantalla de su computador, “me saqué un par de pesos de encima”. Berríos y su socio Federico Iriberry lo miran. Todos tienen entre 35 y 40 años.
El mismo día en que se selló la operación, Tala escribió en su blog personal que “siempre me quedó dando vueltas la idea de algunos emprendedores de crear una empresa disruptiva trabajando en horario de oficina. Es por eso que cuando en 2018 Elon Musk dijo que nadie puede cambiar el mundo trabajando 40 horas a la semana, me hizo mucho sentido”.
El ejecutivo, que estudió Ingeniería Civil en Informática en la Universidad Diego Portales, se mantendrá al interior de la compañía, pero no como CEO. Menciona que “se viene un año súper rudo porque lo que yo desarrollé lo tengo que expandir por el resto de Latinoamérica, y tengo que ver cómo lo voy a lograr”. Y agrega: “Por un lado, bien, se concretó el exit, pero no es lo último de Pago Fácil, es el último mío como dueño de la compañía”. Tala, si bien se quedará en Chile, tendrá que viajar constantemente por la región.
Eso sí, advierte que, sin haber recibido ese primer levantamiento de capital de Broota, Pago Fácil no existiría. “Yo no sabía que existían distintos modos de financiamiento, no sabía de la existencia de fondos del gobierno”.
Broota es la mayor plataforma de equity crowdfunding de Latinoamérica. Esto significa que, a diferencia de la mayoría de sus competidores -que realizan préstamos-, ellos ofrecen una plataforma para que personas naturales, family offices y fondos de inversión puedan comprar una porción de una empresa determinada.
Y luego, esperan a que esa startup sea exitosa y que la inversión se multiplique. Es por eso que siempre recomiendan diversificar las inversiones y no apostar todo por un solo proyecto. “Esto es capital de riesgo y puedes perder todo si invertiste en solo una compañía”, advierte Berríos.
A la fecha llevan más de $ 8.290 millones invertidos en 45 campañas, entre las que destacan Algramo, que levantó $ 90 millones; Karün, que consiguió aportes de $ 180 millones, Cervezas Guayacán que logró $ 68 millones, Babytuto, que recaudó $ 604 millones, y Lomi, una dark store de alimentos que levantó US$ 160 mil en 2020. La mayoría de estas comenzó con Broota y luego concretó levantamientos de capital con fondos de venture capital extranjeros.
El directorio de la empresa está conformado por el abogado y socio de Carey & Allende, Jorge Allende; el fundador de ionix, Nicolás Luksic; el fundador de Lemontech, Ignacio Canals; la periodista Gloria Abusleme; y los cofundadores de Broota, José Antonio Berríos y Federico Iriberry.
¿Cuál es la metodología? Antes de seleccionar una compañía toman en consideración una serie de factores. No es necesario que la startup esté vendiendo, pero buscan una idea que revolucione el mercado tradicional. “No queremos más de lo mismo. Buscamos que exista un equipo que esté dedicado full a esto, nada de medio tiempo. También que tengan tracción. No solo una idea”, cuenta.
Respecto al modelo de negocios, Berríos enfatiza que ”asumimos el riesgo con los inversionistas. Estamos metidos en el mismo tren y esperamos que a todos nos vaya bien”. Y agrega: “Nosotros cobramos un porcentaje de la transacción y también cobramos una parte en la participación en la empresa. Ahí nos transformamos en inversionistas ángeles de todas las compañías que han pasado por nosotros”.
Luego de ocho años, el exit de Pago Fácil es el mayor caso de éxito de Broota. Antes de esta operación, Cerveza Guayacán vendió parte de su sociedad a Cervecería Kunstmann. “Estamos felices porque los inversionistas ven los frutos”, cuenta Berríos. “Ahora Cristián (Tala) nos dijo que va a poner plata al fondo de Broota para que invirtamos en más startups para que tengan la capacidad de salir adelante. Se completó un círculo virtuoso porque retornó el favor”, concluye Berríos.