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La trama tras la arremetida del gigante asiático Joyvio contra Isidoro Quiroga

La trama tras la arremetida del gigante asiático Joyvio contra Isidoro Quiroga

Tras pagar US$ 920 millones, los costos operativos, la pandemia, casos de sobreproducción y roces al interior de la compañía fueron golpeando poco a poco a los nuevos dueños de la salmonera Australis.

Por: Martín Baeza | Publicado: Sábado 25 de marzo de 2023 a las 21:00
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El 30 de julio de 2019, se cerró el proceso. Australis Seafoods, la salmonera de Isidoro Quiroga, pasaba a manos del gigante asiático Joyvio, una de las empresas que forma parte del holding Legend, mismo grupo detrás de Lenovo. Los US$ 920 millones que pagó la compañía china sorprendieron al mercado. La cifra superó los US$ 850 millones desembolsados el mismo año por Agrosuper por AquaChile, que hoy es una de las empresas acuícolas más grandes del mundo.

Ese día, en sesión de directorio, se definía a Jie Tang como presidente de la mesa, quien llegaba junto a otros cuatro integrantes de nacionalidad china. Por el lado de los antiguos controladores, el mismo Quiroga y Rafael Fernández Morandé permanecerían en el directorio.

También continuó como gerente general de la salmonera Ricardo Misraji, quien había ascendido al cargo el año 2013.

Joyvio llegó con grandes planes para Australis. Los nuevos dueños trasladaron la compañía desde Santiago a Puerto Varas, con proyectos para aumentar la producción de peces, e incluso buscaban invertir US$ 150 millones más en una “fábrica inteligente de salmón chileno”.

De hecho, en un esfuerzo por mantener el mismo equipo administrativo en Australis, ofrecieron millonarios bonos de retención a una serie de ejecutivos para que se quedaran en la empresa. Pero los roces comenzarían pronto.

Primeras decepciones

Santiago Garretón, exgerente de Administración y Finanzas de la empresa, presentó una demanda laboral tras ser despedido de Australis en 2022. Lo que revela ese juicio son correos que muestran la desazón que venía creciendo en los nuevos controladores desde el 2020.

Como contexto, la llegada del Covid-19 golpeó a toda la industria acuícola. Su principal mercado, el canal Horeca (hoteles, restaurantes y catering), se vio completamente cerrado y el impacto se sintió de inmediato: las utilidades de la compañía -pre fair value- cayeron desde US$ 75 millones en 2019 a pérdidas por US$ 69 millones en 2020, según señala el gerente de Finanzas de Australis, Gino Hernán Manríquez, en la mencionada demanda.

En los correos publicados en la demanda laboral es posible leer como uno de los actuales directores de la salmonera, Yonggun Huang, que utiliza en Chile el nombre “Juan Pizarro”, increpaba a Garretón por los malos resultados operativos, mientras otras empresas del sector se recuperaban.

“La reducción de costos nunca ha sido un tema. Mowi, que ocupa el primer puesto de la industria salmonera, ha reducido sus costos en 120 millones de euros en los últimos tres años”, espetaba Huang en un correo a Garretón.

Y remataba: “Esto fue discutido el año pasado, ¿cuál es el sentido de volver a ello ahora? (…) No nos hemos enterado de ningún plan (de reducción de costos) que nos hayas explicado en detalle. No digas ‘difícil’ cada vez que usas tu boca, eres un gerente profesional”.

En comunicaciones al regulador chino, Joyvio ha explicado que el contexto macroeconómico le ha golpeado con fuerza. La pandemia significó una serie de dificultades operativas y la invasión de Rusia a Ucrania lo hizo peor aún, dijo el grupo asiático, que acusó estar recibiendo “enormes presiones”.

 

Las acusaciones de “filtrar, revelar o divulgar información de la empresa”

Ante la molestia de los chinos, Ricardo Misraji señalaba que él mismo “se sentía personalmente cuestionado” y pedía a los nuevos dueños suavizar el tono con sus gerentes.

Asimismo, se quejaba de que existiera un equipo chino en Chile para intermediar con los empleados locales, y solicitaba interactuar directamente con Asia.

Misraji abandonó la empresa a mediados de 2022 y falleció de cáncer en enero pasado. En su reemplazo, asumió Andrés Lyon. Pocas semanas después, el nuevo CEO despidió a Garretón. ¿El motivo de la desvinculación? “Filtrar, revelar o divulgar información de la empresa, y vulnerar la integridad de los sistemas y la confidencialidad de la información”.

Los relatos que han expuesto ambas partes en tribunales son disímiles, pero lo concreto es que todo se debe a que Garretón habría permitido que Misraji siguiera accediendo a su correo institucional tras abandonar la compañía. Aunque el ex gerente de Finanzas dijo que esto fue autorizado por la empresa, Lyon niega esa versión y respondió que su actuar fue “altamente irregular”.

El resto es historia conocida. En paralelo, Australis comenzó a ser notificada de una serie de infracciones ambientales previas a la adquisición. Joyvio sostiene que todas esas contingencias le fueron ocultadas en el due diligence, y ahora decidió llevar a Quiroga a un arbitraje. 
 

Los millonarios bonos de retención

En su demanda, Garretón exigió más de $ 470 millones a la empresa por concepto de bonos de retención. El ex ejecutivo aseguró al tribunal que el programa completo de esos bonos podía llegar a un total de hasta US$ 10 millones.

Según el anexo de contrato que se entregó a algunos integrantes de la empresa, el objetivo de este programa era “incentivar a los miembros del equipo directivo a permanecer en la compañía y seguir contribuyendo al aumento en el valor de la misma”.

El bono se dividía en un pago fijo de US$ 125 mil, más un monto variable que se determinaba de acuerdo a una fórmula que consideraba el cumplimiento -en tres periodos distintos- de ciertos niveles de Ebitda y volumen de cosecha.

Y había un segundo tipo de bonos, que se entregaban por producción anual. Lyon señaló a la justicia que se pudo determinar que estos bonos fueron adulterados, “en términos tales que permitieron al actor sumas superiores a las que debió recibir” y acusó “actuaciones directas y fraudulentas” de parte de Garretón.

Los niveles de Ebitda registrados, dijo el CEO, estuvieron lejos de conseguirse. Según Lyon, a la fecha del despido, Garretón ya habría recibido unos $ 314 millones por el bono de retención, y exigió el reembolso de estos.

Consultada por este juicio, Australis Seafoods confirmó que Garretón fue despedido en septiembre pasado y que “trabajó en diversas posiciones gerenciales relacionadas con planificación, control de gestión y finanzas, durante el periodo que controlaba la compañía el señor Isidoro Quiroga. La causa se encuentra radicada en los tribunales laborales correspondientes, por lo que no podemos entregar información relativa a ella”.


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