Punto de partida
La tenida verde, los papás de Muchnick y el murmullo: la trastienda del MAS Pitch 2024
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Cuando a las 19:08 horas se inició la conversación cruzada entre Ignacio Cueto, presidente de Latam Airlines, y Matías Muchnick, fundador y CEO de NotCo, había dos personas especialmente emocionadas en el público. Sentadas en la segunda fila, justo frente al escenario. Una al lado de la otra. Con la vista fija al frente. Eran los padres del emprendedor, Alberto Muchnick y Pilar Cruz.
Cuando el hijo comenzó a hablar, el padre levantó su celular y empezó a grabarlo. La madre escuchaba atentamente. En muchos momentos de la conversación sobre el escenario -especialmente cuando Cueto destacaba atributos del fundador de NotCo, a quien incluso comparó con Messi-, el padre asentía con la cabeza. En varias ocasiones tomó la mano de su esposa. Orgullosos de lo que escuchaban.
Esta conversación improbable y reveladora de Cueto y Muchnick, donde dos mundos se sentaron frente a frente -el de la empresa tradicional y el universo del emprendimiento-, fue el broche de oro del MAS Pitch 2024 que se realizó este jueves, en la Corporación Cultural de Las Condes, y que en esta tercera versión se validó aún más como reunión clave para el ecosistema de las startups, con la participación de emprendedores, family offices, fondos de venture capital, inversionistas ángeles e incluso influencers. Asistieron presencialmente más de mil personas, y las distintas coberturas digitales del evento sumaron cerca de 30 mil más.
El día había amanecido nublado, gris, frío. Alcanzó a existir nerviosismo en Badajoz 45, sede del Diario Financiero. Por suerte, más tarde salió el sol. Cuando se dio inicio a la tercera versión del MAS Pitch, exactamente a las 15:45 de la tarde, el cielo estaba despejado y se sentían agradables los 23 grados de temperatura.
“Pasen a sentarse, por favor”, pidió Juan Pablo Silva, periodista de DF MAS, cerebro y motor de esta iniciativa. Varios de los convocados estaban parados sobre el pasto de la Corporación Cultural de Las Condes, empezando un ejercicio de networking que no se agotaría durante toda la tarde y que funciona como una cita paralela a lo que ocurre en el escenario. Algunos comían pequeños pasteles de Torta Caluga -un hit los brownies y los cuchuflís con manjar-, otros tomaban mocktails -con abundancia de limón, jengibre, pomelo-, que se repartían gratis.
De fondo sonaba una lista musical que saltaba audaz desde Norah Jones al contagioso jingle del evento que, acorde con los tiempos, se creó con la ayuda de inteligencia artificial. Específicamente con OpenAI y Suno.ai.
El zumbido del netwotking
Con rapidez, los asistentes se ubicaron en las 400 sillas de madera. Rápidamente éstas se hicieron pocas. En las primeras filas, marcadas con un cartel de que estaban reservadas, se ubicaron los jurados de la competencia y varios de los speakers. Entre ellos, José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, quien había llegado muy temprano. También Leo Prieto, fundador y CEO de Lemu, vestido de riguroso verde de pies a cabeza: jockey, camisa, polera, pantalón, botines; incluso el reloj y la mochila.
Luego de las palabras iniciales de Juan Pablo Silva, lo acompañaron el director del DF, José Tomás Santa María, y la editora jefa de DF MAS, María José Gutiérrez. Explicaron la dinámica de la tarde: sobre el escenario expondrían los speakers invitados, los sponsors del evento y las seis startups que resultaron finalistas entre las 166 que postularon a este MAS Pitch 2024. Cada una de estas participantes tendría tres minutos exactos para convencer a los 22 miembros del jurado.
Mientras todo eso ocurría allí adelante, atrás -donde ya no había sillas- se desplegaba el murmullo constante del netwoking. El zumbido de hacer contactos. Formándose en pequeños grupos, que rápidamente se desarmaban para armar otros y así infinitamente, decenas de personas se saludaban, intercambiaban datos, comentaban. En un paseo al azar entre ellos, uno podía registrar las palabras que más se repetían en sus conversaciones: tecnología, inversión, fondos, abogados, viajes.
“Mi nombre es Fidel Castro”
En el escenario se cumplía el orden programado de quienes debían tomar la palabra. Subió primero José Miguel Benavente. Luego siguió la entrevista vía videollamada a Simón Borrero, fundador y CEO de Rappi, quien estaba en Colombia. En una gran pantalla de cara al público, el emprendedor habló de su experiencia para llegar a ser rentables y de sus tres claves para el éxito: creérsela, determinación y un poco de suerte. “Jamás hay que dar espacio a la duda, que termina consumiéndolo a uno”, aconsejó.
Después habló Carmen Schmidt, Corporate Venture Capital Manager de Consorcio; Leo Prieto, de Lemu; Leonardo Ljubetic, gerente de división de desarrollo de Copec -que firmó en vivo su libro recién lanzado, mientras se repartían helados Streat Burger en el público- y Pablo Roselló, líder de gestión de innovación de SQM.
Llamó la atención el inicio de la charla de Prieto, quien expresó lo que muchos habían pensado inevitablemente al ver su look: “Buenas tardes, mi nombre es Fidel Castro”, dijo, en broma, aludiendo a su vestimenta verde olivo y a su frondosa barba. Mostró fotos inéditas tomadas por el satélite Lemu Nge, “del tamaño de una caja de zapatos”, que su empresa puso en órbita en agosto pasado con SpaceX. Lo aplaudieron varias veces.
El movimiento del sol obligó a varios asistentes a trasladar sus sillas a lugares con más sombra. Los que no se alteraban eran quienes componían el coro de networking en la retaguardia del evento, que continuaban con el murmullo. Algunos se habían movido a la zona de distensión, contigua al escenario, donde bajo un toldo blanco y banderas tipo tibetanas tomaban té frío y comían helados. Y donde todo era posible: como que entre ellos se paseara un corpóreo del pato del BancoEstado.
A las 17.30 partieron los pitch de los participantes. Las tres primeras empresas fueron Búho, Kunzapp -que resultaría ganadora al final de la tarde- y Lokal. Luego, vino un receso de 10 minutos. Justo cuando comenzaba a correr una ligera brisa.
En el público convivían diversas industrias y personajes: socios de LarrainVial; el fundador de Picton, Matías Eguiguren; el empresario Isidoro Quiroga; miembros de Landmark Capital y de SouthernCross Group; abogados de Barros y Errázuriz, Carey, DLA Piper; y fondos de venture capital como Fen, Alaya, Chileventures, Weboost, 30n, Tantauco. Y, por supuesto, cientos de fundadores de startups.
“Te pegaste en la cabeza”
En medio de quienes aprovechaban el receso para saludar a conocidos o acercarse a quienes querían conocer, llamaban la atención tres jóvenes que se paseaban con carteles blancos escritos a mano: “El primer Tinder del Networking: @strye.io”.
Se trataba de un emprendimiento de tres estudiantes del último año de Ingeniería Comercial de la UAI, quienes tienen la idea de armar una plataforma para conectar a personas que tengan intereses afines o sean compatibles para iniciar trabajos conjuntos. “Todo a través de un algoritmo”, explicaba, entusiasmado, Francisco Bascuñán, uno de los universitarios involucrados en el proyecto.
De vuelta del receso, subió al escenario Claudio Hidalgo, el chileno a cargo de la reestructuración global de WeWork. Allí contó el detalle de este trabajo gracias al cual optimizaron procesos internos, ajustaron la cantidad de empleados y “nos sacamos de encima una deuda de 4 mil millones de dólares”. Tras él, siguió Carolina Samsing, VP of Growth de Nowports, que venía aterrizando de Colombia, y después continuaron las restantes startups en competencia: Paperlux, Pawer y Pegasi.
A las 18:50 fue el turno de Gustavo Morandé, fundador y CEO de Zapping. Y tras él, el plato fuerte que tenía a un padre y a una madre inquietos en sus sillas: Latam versus NotCo. Una novedad de este MAS Pitch, que apostó por un cara a cara entre Cueto y Muchnick sin intervención de periodistas. Una conversación de media hora -con vasos de cerveza sobre la mesa entre ellos-, que no tuvo pies forzados ni límites.
“Tú eres un líder”, partió diciendo el presidente de Latam. “Nosotros no tuvimos el modelo tuyo porque nadie era tan bueno”, siguió. “Te pegaste en la cabeza”, le respondió Muchnick, entre incómodo y halagado. Durante esta entrevista cruzada, ni en el sector de las sillas ni donde había funcionado el networking volaba ni una sola mosca. Todo estaba centrado en lo que ocurría en el escenario. Nadie quería perderse una palabra.
Al final de la conversación, apenas el fundador de NotCo bajó, sus padres se acercaron a saludarlo con abrazos.
Cuando el evento terminó, todo el mundo se relajó comiendo hamburguesas y pizzas, mientras tomaban vino, cerveza o gin. Era el tramo final del networking. Se vio a nombres conocidos del emprendimiento, como el CEO de Klog, Janan Knust, o a los gemelos Federico y Pedro Iriberry, quienes vinieron con poleras con sus respectivos nombres, al igual que el año pasado. Caminaban tambipen por ahí los influencers François Pouzet y Francisco Ackerman, CEOs de muchas startups que han aparecido en las páginas de DF MAS y miembros del jurado ya liberados de su trabajo.
Cueto y Muchnick se paseaban juntos, conversando. A este último se le acercaban personas que querían tomarse selfies con él. En un respiro del asedio, le comentamos acerca de sus padres que lo habían escuchado desde el público. Dijo que nunca los invitaba a sus presentaciones, porque se ponía nervioso. Pero que ahora había hecho una excepción. De todas formas, reconoció que no los había mirado desde el escenario, aunque sabía exactamente dónde estaban sentados.
El presidente de Latam se instaló cerca del stand de cervecería Loa, proyecto de su hijo Javier, quien estaba también en el evento. Y se quedó ahí conversando con otro de sus hijos que lo acompañó: el primogénito, Ignacio Cueto Délano.
De fondo sonaba la banda que, tocando en vivo, cerró el día del MAS Pitch 2024. Canciones de The Police, cantadas por el grupo tributo De Cops. La noche había bajado la temperatura, que se empinaba a los 16 grados. Se respiraba un aire de fiesta, negocios y buena camaradería. El sello de DF MAS.