Personaje
El estilo de Kathleen Barclay, la presidenta de la transición en Endeavor Chile
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Kathleen Barclay conoce Chile como la palma de su mano. Con acento español extranjero -al igual que su antecesor Christoph Schiess-, la norteamericana llegó al país hace más de 40 años, cuando desembarcó aquí en 1982.
“Me mandaron -a los 25 años- a trabajar en la reestructuración de la deuda. Me acuerdo que hicimos un préstamo de US$ 300 millones en diciembre para salvar al país por un mes. Fue vía Codelco porque por razones políticas, no podíamos prestar al gobierno. Mi jefe me dijo ‘yo no voy a ningún país donde la moneda se llame UF, porque no trabajo con unidentified flying objects (UFO)’”, recuerda entre risas.
Se enamoró de Chile y su cultura. “Gané mucha admiración por el compromiso de los chilenos con su país, su capacidad intelectual y la manera de resolver los problemas. Era un momento muy complejo. Trabajamos 24/7 con gente maravillosa y después de un tiempo volví a Nueva York”.
Barclay mira Chile desde distintos prismas. Nació en Siracusa, una ciudad industrial al norte del estado de Nueva York que tuvo que reinventarse después de la crisis del petróleo, y sus estudios en Georgetown le permitieron aprender una mezcla de idiomas, economía, historia y ciencias políticas y especializarse en la Unión Soviética.
Actualmente es principal de Asesorías KCB Ltda, compañía enfocada en el fomento de la actividad comercial entre Chile y Estados Unidos. A ello se suma su rol como directora de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, además de ser directora de varias empresas y organizaciones sin fines de lucro en Chile y otros países.
Pero a Barclay hoy la desvela el mundo emprendedor. Es parte del directorio de Endeavor desde su fundación y relata que hace unos meses conversando con los otros directores se le planteó que asumiera la presidencia, entre otras cosas por las habilidades que requiere Endeavor hoy y por “mi experiencia en gobiernos corporativos que ayudará en la continuación de la transición”, dice.
Porque su administración que durará dos años es precisamente eso: una transición, según ella, “le toca a los emprendedores asumir el liderazgo”. Conoce bien la red Endeavor -presente en 42 países- y es cercana a la CEO y fundadora de la red global, Linda Rottemberg.
Los tres ejes de su mandato
En esta entrevista la directora de empresas insiste que su periodo va a ser de continuidad al trabajo de Schiess, pero que la institución deberá transitar a un mundo donde los emprendedores sean los protagonistas.
“Esta red fue fundada por empresarios que querían hacer una retribución a la sociedad y entendían que el emprendimiento era importante para el país, pero en algún momento los emprendedores tienen que ser dueños o tienen que liderar Endeavor. El proceso lógico es que tomen la posta. Hoy tenemos una red de emprendedores más fuerte, con emprendimientos más maduros. No tengo dudas de que esta nueva generación de emprendedores Endeavor está preparada para encabezar esta organización”.
Barclay recalca que su administración estará basada en tres ejes fundamentales. En primer lugar, seguir abriendo puertas y conexiones con el extranjero. “Queremos consolidar la relación afuera porque los emprendedores hoy día para escalar tienen que salir a América Latina, a Estados Unidos, a Europa, a Asia. Es necesario tener la capacidad de hacer las conexiones que ellos requieren”, afirma.
En segundo lugar, buscan sumar un número mayor de mujeres. Para eso -dice- “tenemos planes para el directorio, con los consejeros y mentores, y también la idea de mejorar el sistema de selección de emprendedoras en Endeavor. Estamos identificando a mujeres emprendedoras y por eso hoy el directorio es 50% femenino”.
Ella se detiene en este punto: asegura que deben haber más mujeres firmando cheques de inversión para que existan más fundadoras, y que hoy los LPs están invirtiendo en fondos con mujeres socias.
Además, destaca el rol que tuvo Susan Segal, que financió Mercado Libre en sus inicios, y afirma que hay avances, aunque lentos. Uno de ellos, es la presidencia de Jane Fraser del Citigroup.
Por último, manifiesta la necesidad de aportar con datos al debate público. Y para eso, “queremos entregar data al gobierno sobre cuál es la diferencia entre negocios de alto impacto que quieren escalar rápido y generar cientos de empleos y compañías medianas y pequeñas. Hay una gran diferencia entre ellos”, dice.
Ser emprendedor Endeavor es el sueño de muchos en el ecosistema, y el camino no es fácil, relata la nueva presidenta. Chile tiene la oportunidad de postular a dos personas al año para integrar el panel global y deben hacerle un pitch a los consejeros para ser aceptados. Los últimos en entrar fueron los fundadores de Buk (Felipe Sateler, Jaime Arrieta y Santiago Lira) y Houm (Benjamín Labra y Nicolás Knockaert) el 2022, y en marzo del 2023 fueron aceptados los creadores de SimpliRoute Álvaro Echeverría y Eyal Shats. Otros de los miembros son el fundador de NotCo Matías Muchnick; de Betterfly, Eduardo della Maggiora, y de Cornershop, Daniel Undurraga.
Chile y el emprendimiento
Los primeros trabajos de Barclay fueron en el sector público. En 1975 fue asesora del representante republicano de la cámara baja de su ciudad, James Walsh. Al poco tiempo se trasladó a vivir a Inglaterra, donde trabajó en la campaña de Margaret Thatcher y después estuvo en Polonia colaborando también en el congreso, cuando era un país comunista.
Después de estas experiencias decidió que ese no era su camino. “El sector público no era lo mío, porque los gobiernos cambian cada cuatro años y es muy difícil proyectarse. En ese entonces, todos mis amigos hablaban de América Latina como el continente del futuro”, recuerda. Así, tomó la decisión de cambiar de rumbo y fue aceptada en el trainee program de Manufacturers Hanover Trust, hoy parte de JP Morgan.
Después de trabajar en la reestructuración de la deuda en Chile, Barclay trabajó en el mundo financiero en Londres, hasta que en el 92 regresó a nuestro país debido a la fusión de Manufacturers Hanover Trust con Chemical Bank. “Me demoré 35 segundos en aceptar ese nuvo desafió”, dice. Desde entonces se radicó en Chile.
Ella recuerda que a finales de los años ‘90, mientras hacía clases en los MBA en Chile preguntaba quiénes querían emprender. “La mayoría respondía que querían ser gerentes financieros o CEO de empresa del IPSA. Los primeros años nos dedicamos a levantar el perfil del emprendedor, a mostrarlos como héroes de la sociedad”.
Hoy, comenta que no hay universidad que no tenga cursos de emprendimientos y afirma que el concepto de emprendedor ya se ha instalado, aunque costó mucho. “En su momento, los primeros emprendedores de Endeavor tomaron aún más riesgo, porque era muy cuestionado. ‘¿Por qué están haciendo eso?’, les decían. Y francamente, a finales de los ‘90 y principios de 2000 era muy fácil encontrar un buen trabajo en una compañía y tener una buena trayectoria de escalamiento dentro de ella, porque el crecimiento en Chile era 7%-8%”.
Al contrario, “lo que ha pasado en los últimos años es un estancamiento de la economía y por ende las oportunidades en empresas más estructuradas no son tan amplias. Eso, sumado al mayor acceso a educación, generó que muchos dijeran, “yo no voy a esperar 20 años para ser gerente de algo, veo una necesidad, tengo una idea y la voy a hacer”.
La nueva presidenta cree que Chile es uno de los países más interesantes para emprender del mundo y hay grandes ejemplos de buen uso de la tecnología y negocios de alto impacto, como Cornershop, Buk o Betterfly. Su objetivo -dice- es que haya más unicornios en el país.