De la Llera no estuvo en la reunión del Consejo Superior de la Universidad Católica donde el jueves 30, temprano en la mañana, se oficializó su nombre como nuevo rector. No es decano ni tiene el cargo formal para estar en esta cita. Pero ya sabía de su nombramiento. El día anterior, el miércoles, monseñor Fernando Chomali lo había llamado para contarle. Cinco minutos después lo llamó el actual rector, Ignacio Sánchez, para felicitarlo. De la Llera estaba emocionado y contento. 

Ese mismo jueves Sánchez tenía una reunión fijada con la FEUC. Invitó a De la Llera, cuyo nombre como nuevo rector había sido oficializado unas horas antes. A la reunión asistió la directiva completa de los estudiantes.

El presidente de la FEUC es alumno de Ingeniería, así que conocía a De la Llera. La instancia tuvo lugar en el comedor de la rectoría, en el segundo piso de Casa Central, de 11.30 a 13 horas. En esa reunión, De la Llera habló. Fue cercano y les explicó que era un poquito mayor que el actual rector. También valoró su gestión, ya que como decano de Ingeniería -durante 12 años- trabajó junto a él. 

Después vino un almuerzo entre Sánchez y De la Llera. A solas. Allí, el actual rector le pasó un informe de 120 páginas que lleva preparando hace semanas y donde aparece parte del trabajo realizado durante su gestión de 15 años, además de tres archivadores con todos los anexos de ese informe. El almuerzo fue en la rectoría y duró aproximadamente hasta las 3 de la tarde. 

Sánchez además pidió que habilitaran una pequeña oficina transitoria para De la Llera, en el mismo espacio donde está la suya y la del pro-rector. Allí, el futuro rector se instalará hasta el 18 de marzo, cuando asuma oficialmente el cargo. Ambos tomarán vacaciones durante febrero, pero acordaron reunirse alguna tarde de ese mes, ya que estarán en lugares de veraneo cercanos en la costa de la Región de Valparaíso. 

El jueves en la mañana distintos grupos de WhatsApp celebraron efusivamente el nombramiento de Juan Carlos de la Llera Martin como rector de la Universidad Católica. Incluso varios de sus exalumnos de Ingeniería civil compartieron las legendarias pruebas que les realizaba el académico y que algunos tenían guardadas hace 20 años. 

De la Llera es una eminencia indiscutida en el terreno de la ingeniería sísmica. Uno de los profesionales más reconocidos a nivel global gracias a la creación de un sistema de aislamiento sísmico que permite mitigar hasta 10 veces los efectos de un movimiento telúrico, el cual quedó más que validado tras el terremoto de 2010. Su tecnología está presente en edificios como la Torre Titanium, la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, el Hospital Militar y el Muelle de Coronel, además de edificaciones en Japón, Estados Unidos, Turquía, Grecia, Italia y Nueva Zelanda. 

Estudió en el colegio Verbo Divino, generación 79, y entró a Ingeniería en la Universidad Católica, de donde egresó el año 1985. Luego continuó estudiando un Master of Science y Ph.D en la Universidad de California, Berkeley.

Siempre vinculado a la UC, en 2003 junto a Carl Lüders fundó Sirve, empresa derivada de la universidad que se dedica a las soluciones integrales de ingeniería y protección sísmica. Además de desempeñarse como académico hace casi 40 años -es profesor titular en el Departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica e investigador de CIGIDEN-, el ingeniero asumió el decanato de la Facultad de Ingeniería en 2010 y se mantuvo en el cargo durante tres periodos consecutivos, hasta 2022. Durante 2023 estuvo fuera del país dictando clases en la Universidad de Lausanne en Suiza y en Inglaterra en la University College London.

Su aporte a la innovación y el conocimiento tecnológico le han valido importantes premios y reconocimientos, como el Emprendedor Endeavor a nivel mundial en 2011, el Premio Avonni Trayectoria Innovadora Anacleto Angelini en 2017 y el Premio Gestión Colegio de Ingenieros en 2022. El año pasado tocó un techo más alto cuando la National Academy of Engineering de Estados Unidos lo invitó a ser parte de sus miembros. 

“Desperté realmente feliz. Es una tremenda noticia para la universidad y para Chile. La UC juega un rol importante en la sociedad, no sólo forma personas, también tiene una voz relevante en múltiples temas, y en ese sentido su liderazgo va a ser muy positivo para el país”, apunta Jaime Besa, socio de Southern Cross Group, exalumno y exayudante de De la Llera en Ingeniería. Recalca su vocación de servicio, su capacidad para vincularse con distintos mundos, trabajar en comunidad y resolver problemáticas con componentes sociales. “Su nivel de preparación es excepcional, a la altura de esta gran responsabilidad”, agrega. 

Besa cuenta sobre el entusiasmo en los chats de ingeniería en los que participa tras la noticia del nombramiento, cuyo anuncio además se esperaba hace varias semanas (ver recuadro). “Es que Juan Carlos marcó a muchas generaciones y después de ver su legado en la facultad, sabemos lo que viene para la universidad”, comenta el exalumno.

Sobre las legendarias pruebas que impartía De la Llera como profesor, explica por qué marcaron un hito: “En mi época las hacía a mano, eran creativas y exigentes. Te enfrentaba a un problema que te llevaba al límite y usaba ejemplos cercanos como el tenis, que es su gran pasión. Calcular la fuerza con la que iba a sacar el Chino Ríos, por ejemplo”. 

Otro de sus exalumnos y que también fue su ayudante en distintos ramos es Juan Ignacio Eyzaguirre, Vicepresidente Ejecutivo de la empresa Nexans en Francia. Describe a su maestro como alguien “sumamente exigente, con los demás y consigo mismo”. Y añade: “Juan Carlos tiene una mirada práctica de lo que necesita el país y cómo eso se puede engranar”.

Recuerda que cerca de terminar su primer periodo como decano, De la Llera se vio en la disyuntiva de si volver a dedicarse a la ingeniería sísmica, que le apasiona, o seguir el decanato. “Tiene mucho sentido de la responsabilidad. Siente la necesidad de empujar hacia adelante y no quedarse impávido. Eso lo lleva ahora a ser rector”, apunta. 

Colega suyo, también experto en ingeniería estructural y exalumno de Berkeley, Tomás Guendelman es cercano de De la Llera. “Chile es laboratorio natural para el planeta en materia sísmica, y que Juan Carlos sea referente mundial es más que meritorio porque la competencia es muy grande”, destaca.

A pesar de ser más de 20 años mayor que él, cuenta Guendelman que el próximo rector lo invitó a participar de Itrend, Instituto para la resiliencia ante desastres, del cual De la Llera es presidente del directorio. Aplaude también sus dotes comunicacionales: “Escuchar a Juan Carlos dar conferencias sobre el tema sísmico es placentero. Aunque el asunto sea árido, la ilustración del individuo le cambia el tono. Nos tenemos mutua admiración. Que sepa que estoy a su disposición”. 

“Gracias a que Juan Carlos creyó en mí como vicedecana es que me llegué a convertir en la primera decana de la Facultad. Él potenció firmemente los liderazgos femeninos”, dice Loreto Valenzuela, actual cabeza de la Facultad de Ingeniería. Como parte del legado de su antecesor destaca su interés por trabajar con equipos diversos. Eso se tradujo en mayor representación de ingenieras en el cuerpo académico: hoy casi el 20% de las docentes de la carrera son mujeres. “Esta es una facultad diversa que valora las diferencias, y ese sello lo partió él”. 

Valenzuela enumera algunos de los cambios que la Facultad le debe a De la Llera. Creó la dirección de responsabilidad social y el sistema de admisión Talento e Inclusión (T&I), que nació en Ingeniería y hoy funciona en toda la universidad. Éste está dirigido a estudiantes destacados de establecimientos particulares subvencionados o municipales, que pertenezcan al 10% superior de su promoción en términos de ranking de notas, permitiendo que esos talentos accedan a Ingeniería UC, aun cuando presentaran un puntaje ponderado PAES bajo el puntaje de corte.

Otro cambio fundamental que corresponde al mandato de De la Llera es el haber acortado el curriculum de la carrera y su duración, de manera de darle más flexibilidad. Forma parte de su carácter moderno, práctico e innovador, coinciden varios. Valenzuela destaca también su rol en CIGIDEN (Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres).

“Sentir confianza y respaldo de su parte es algo que inspira. Te hace soñar con cambios para mejor. Él se acompaña de buenos equipos y no dudo que así será en la rectoría”, dice la decana.

Comenta también que De la Llera mantiene una fluida relación con la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, ya que el padre de ella, Raúl Devés, fue un destacado ingeniero; incluso un edificio de la facultad en el Campus San Joaquín fue bautizado en su honor y es referente para muchos académicos de la escuela, incluido el exdecano. 

La rectora de la Chile corrobora el dato. “Siento gran afecto y admiración por el rector electo. Su trayectoria como ingeniero, científico y líder académico es notable, y su calidad humana inspiradora. Nos conocimos en torno a la historia de la ingeniería de la Universidad Católica y compartimos valores comunes. Seguiremos colaborando con entusiasmo, como lo hemos hecho en estos años con el rector Ignacio Sánchez, con responsabilidad de país”, declara Devés. 

Fanático del tenis. Ese dato lo mencionan varios para describir a De la Llera fuera del terreno ingenieril. Después del colegio partía al Estadio Español, del cual todavía es socio (al igual que el actual rector Ignacio Sánchez). Ahí lo entrenaba Pato Cornejo. Hasta los 18 años pensó seriamente en dedicarse al tenis, pero al final optó por la ingeniería.

En el Verbo Divino era compañero de generación del empresario Juan Sutil y aunque estaban en cursos distintos y no eran amigos cercanos, sí coincidían en las clases de tenis. Sutil confirma el talento de De la Llera con la raqueta y menciona además que siempre fue un alumno destacado. Cree que será un gran rector para la UC y comenta que en los chats de exalumnos del Verbo Divino fueron muchos quienes celebraron el nombramiento. “Otra razón de orgullo para el colegio”, suma.

Dentro de la UC, el ingeniero también ostenta fama de buen tenista. En algunas jornadas del Consejo Superior, donde también participan los decanos, a veces se incluía deporte. Cuando eran en Reñaca o Marbella, De la Llera -entonces decano- participó varias veces en partidos de tenis y siempre ganaba. “Imposible jugar contra él”, recuerda uno de esos participantes. Todos querían jugar dobles con él, porque era apuesta segura para quedarse con el triunfo.

Además de su pasión por el tenis, en el fútbol es hincha de la Universidad Católica, cuentan. Le gusta pescar y es amante del cine. Siempre ve películas y se mantiene actualizado, dicen sus más cercanos. Fiel a sus raíces, también disfruta especialmente de la cocina española. 

Juan Carlos de la Llera (63) es casado con Carmen Gloria Kurth y tienen cuatro hijos: Juan Francisco, los mellizos Andrés y José María, y Rocío. El mayor es médico, los demás ingenieros. La menor de los hermanos cuenta que son una familia unida, que se ven prácticamente todos los fines de semana, se juntan a almorzar y también juegan tenis. Son católicos de misa dominical y la religión es un pilar importante para la familia.

Los De la Llera vienen de Asturias: Alfonso de la Llera, el padre del futuro rector, llegó a Chile en 1955 y conoció a Carmen Martin, con quien se casó y tuvo dos hijos: Pablo y Juan Carlos. La historia de su padre, que ha marcado a la familia, la contó el ingeniero hace ocho años en un encuentro REC (Razón en Cristo). En esa instancia, De la Llera se remontó a la época de la guerra civil española, cuando su padre, entonces un niño de 10 años, estuvo en un paredón junto a su padre, su hermano y una tía, a punto de ser fusilados por una patrulla tras ser acusados por un vecino de acaparar harina, que en realidad era un molino que funcionaba en el primer nivel de la casa.

Los niños y la mujer se salvaron, pero al padre se lo llevaron los soldados y no volverían a verlo hasta tres años después, una vez finalizada la guerra. El jueves, mismo día que el ingeniero fue nombrado rector de la UC, se cumplían 20 años de la muerte de su abuelo, cuenta Rocío de la Llera. 

La ingeniera y analista de Latam Airlines comenta que enterarse del nombramiento fue muy emocionante. “Llevábamos meses expectantes, comentando con mi papá los desafíos que se venían si era electo. Pero quedaba esperar lo que dijera el Vaticano”, dice. Ese día fue muy agitado, pero el viernes tenían pensado celebrar en familia. En febrero también tomarán algunos días de vacaciones juntos, pero conociendo a su papá duda que sean muy de descanso ya que su cabeza estará puesta en los desafíos que le esperan a partir del 18 de marzo. 

¿Cómo imagina su mandato? “Sumamente cercano a las personas. Siempre ha estado abierto a recibir a todos en su oficina, y por eso lo quieren tanto. Como buen líder, está dispuesto a escuchar. Se vienen cinco años de innovación, desarrollo y creación. Con foco también en lo católico. Y la diversidad seguro será algo que va a marcar desde el inicio”. 

Como alumna de Ingeniería UC no le tocó su padre de profesor, pero sí como decano. Y pudo ver su compromiso con la inclusión a través del programa T&I. Son muchos los alumnos y alumnas de escasos recursos que pudieron estudiar en la UC y que a lo largo de los años, cuenta Rocío, le siguen participando de sus logros académicos y profesionales.

Otro aspecto es la equidad de género y el desarrollo de las mujeres en el campo de la ingeniería, un tema que a ella le apasiona y que le tocó trabajar en conjunto con su padre. “Siempre fue así en mi casa. Se nos trató a todos por igual, el impulso era a trabajar al máximo nuestro potencial en lo que quisiéramos estudiar. Mi papá siempre dice: ‘Tú te pones tus límites’”.  

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Y salió humo blanco...

Aunque los nombres para suceder a Ignacio Sánchez en la rectoría de la Pontificia Universidad Católica venían sonando hace más de un año, en julio de 2024 se activó oficialmente el proceso, después de que Ignacio Sánchez descartara ir a un nuevo periodo.

Entonces monseñor Fernando Chomali, gran canciller de la UC, convocó a la creación de un comité de búsqueda conformado por académicos de diferentes facultades: cinco fueron escogidos por profesores y cuatro por el propio arzobispo, entre ellos el sacerdote Osvaldo Fernández de Castro.

A principios de septiembre dicho comité arrancó las sesiones que se mantuvieron durante 60 días. En ese tiempo hubo reuniones con más de mil personas de todas las carreras y niveles: académicos, estudiantes, profesionales y administrativos.

Los candidatos más nombrados además de De la Llera fueron el director del Instituto de Éticas Aplicadas, Juan Larraín; la exdecana de Educación, Lorena Medina; la exvicerrectora Sol Serrano; el académico de Psicología, Roberto González; y el exdecano de Derecho, Carlos Frontaura. El 29 de noviembre el comité entregó a Chomali su terna para el cargo. Se reunió entonces con De la Llera, Larraín y González. En diciembre, cuando viajó al Vaticano para ser creado cardenal, habría entregado el nombre de su elegido en el Dicasterio para la Cultura y la Educación.

Aunque otras versiones dicen que eso ocurrió más adelante. Lo que sí se tomó su tiempo fue el anuncio oficial y según fuentes de la UC eso se explicaría porque faltaba la firma de un cardenal en Roma. Los nombres de De la Llera y Larraín compitieron fuerte hasta el final. El anuncio estaba programado originalmente para el 22 de enero, se retrasó para el lunes 27, se dijo luego que sería el miércoles 29, y finalmente tuvo lugar la mañana del jueves 30.

Hay quienes aseguran que el candidato favorito de Chomali siempre fue De la Llera. Ambos ingenieros se conocen desde la época de la universidad. Chomali (67) iba unos pocos años más arriba en la Facultad de Ingeniería UC. Y mientras De la Llera fue decano, en varias oportunidades invitó al entonces sacerdote a dar charlas a la Facultad.