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Juan Eduardo Coeymans, ex director de Primus: “Es increíble constatar que entre ex amigos y socios se llegue a estas bajezas”

Juan Eduardo Coeymans, ex director de Primus: “Es increíble constatar que entre ex amigos y socios se llegue a estas bajezas”

El economista y padre de Francisco Coeymans, ex gerente general del factoring y uno de los principales acusados por el presunto fraude que sufrió la compañía, explica que la crisis de Primus se debe a “fallas sistémicas de control” y que los principales accionistas, Raimundo Valenzuela y Eduardo Guerrero, “estaban en conocimiento de la situación de la empresa”.

Por: José Tomás Santa María y Mateo Navas | Publicado: Sábado 12 de agosto de 2023 a las 21:00
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No han sido semanas fáciles para el economista Juan Eduardo Coeymans Avaria. Días antes de renunciar al directorio de Primus Capital el 27 de abril, su hijo Francisco -ex gerente general y socio de dicho factoring- quedó en el ojo del huracán, luego de ser suspendido junto a Ignacio Amenábar, otrora director comercial, de la operación de la firma. Todo comenzó a finales de marzo, cuando la empresa informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) el hallazgo de una serie de operaciones respaldadas con cheques falsos.

Hoy, Francisco Coeymans e Ignacio Amenábar son apuntados por la empresa como los principales responsables de un “esquema defraudatorio” que supera los $ 30.000 millones y de protagonizar, según ha declarado el dueño de la entidad, Raimundo Valenzuela, “el fraude de cuello y corbata más grande” que se ha conocido en el país.

La relación con su hijo no es lo único que lo une a Primus Capital, el segundo mayor factoring no bancario del país. Juan Eduardo Coeymans, un connotado economista que dirigió el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) e histórico académico de la Universidad Católica, fue profesor en la casa de estudios de Eduardo Guerrero, actual vicepresidente del factoring. Hoy, dicho ejecutivo -que alcanzó a ejercer como su ayudante en la PUC- sigue de cerca el caso que tiene atento al mercado financiero: según Primus, se ejerció un fraude basado en una red de individuos que entregaban activos falsos para valerse de millonarias sumas de dinero.

Esto ha obligado a los principales accionistas a inyectar más de $ 50 mil millones para fortalecer la situación patrimonial de la compañía y garantizar sus compromisos financieros. En el proceso, han existido acusaciones de triangulaciones, espionaje, suplantación de identidad, hackeos y gastos desmedidos en viajes al extranjero y fiestas.

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Pero la versión de los acusados es distinta: en una demanda laboral (en la que solicitan una indemnización por $ 2.675 millones) denuncian que fueron objeto de una “conducta sistemática de menoscabo y acoso laboral” y que se ejercieron “indebidas presiones en su contra”.

En esta entrevista, realizada por escrito, Juan Eduardo Coeymans respalda a su hijo y expresa que la crisis en Primus se dio por una “falla sistémica de control”. 

Y además, apunta contra Raimundo Valenzuela y Eduardo Guerrero: “(Ellos) deberían haber estado enterados, ya que estaban en el día a día y mucho más involucrados que los otros tres directores ejecutivos (Brian Moore, Ian Urkow y Patricio Cárdenas). Lo que yo veo es que hay muchos clientes, que queriendo pagar sus deudas, han sido afectados por las altas tasas de interés y el freno de la economía. Todo lo ocurrido es un enredo tremendo, en el que seguro hay muchas responsabilidades comprometidas, y espero que todo se resuelva en su justa medida”. 

“(Eduardo Guerrero) pasó a ser el verdadero gerente general”

-A su juicio, ¿cuál es el origen de la crisis interna de Primus Capital?

-Puede haber más de un detonante, pero  en mi opinión se trata de un conflicto entre socios. Raimundo Valenzuela tenía el interés en vender Primus. Latam Trade estaba interesado en comprar la compañía. Antes de que terminara la negociación surgió otra oferta de un empresario mexicano y DCA (sociedad relacionada a Francisco Coeymans e Ignacio Amenábar).

Con la información disponible, se juzgó que la segunda oferta era superior. Los socios de Primus, incluidos el controlador (Raimundo Valenzuela, Eduardo Guerrero, Fernando Franke y ACM) estaban de acuerdo en aceptar esta segunda oferta. Desgraciadamente, el financiamiento del empresario mexicano -probablemente por los problemas de algunos bancos de Europa- se empezó a demorar, lo que dilató la concreción de la oferta y al final los socios de Primus se quedaron sin oferentes por la empresa. Esa oferta venció el 27 de marzo.

El economista ahonda: “A raíz de esto, Raimundo Valenzuela quedó furioso con mi hijo, porque le impidió vender Primus y hacerse una pasada suculenta. De ahí el conflicto escaló y Valenzuela amplificó los problemas que toda cartera tiene. Si bien hubo operaciones que se aprobaron sin pasar por directorio, ellas tenían el visto bueno de Eduardo Guerrero, mano derecha de Valenzuela (60% de las acciones), en quien este último había delegado la administración de Primus desde finales de agosto del año pasado”. 

Dos días después del vencimiento del plazo de venta, el miércoles 29 de marzo, Juan Eduardo Coeymans se enteró del hallazgo de operaciones de factoring respaldadas con cheques falsos en un directorio extraordinario. 

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-¿Nos podría narrar cómo fue ese directorio en el que se define la suspensión de Coeymans y Amenábar?

-En primer lugar, me sorprendió que no tuviéramos, antes del directorio extraordinario del miércoles 29 de marzo, información de la magnitud del problema. Todo, o casi todo el debate se centró en los cheques de garantía de algunos deudores, los que eran falsos. Hubo acusaciones fuertes contra mi hijo y Amenábar, los que trataron de explicar lo ocurrido, pero la situación era de mucha ofuscación. Debido a eventuales conflictos de interés, yo me abstuve en la votación. Sólo traté de dar un testimonio sobre la honorabilidad de mi hijo, que él podía haber cometido errores, pero no era un delincuente.

Y agrega: “El documento de la auditoría fue entregado en la misma reunión con muy escaso tiempo para su análisis. Éste mostraba la magnitud de los documentos falsos que los deudores habían entregado como garantía. Pero no se discutió cómo el problema de $ 5.500 millones hacía necesario un aporte de $ 30.000 millones, considerando un patrimonio de $ 45.000 millones. Esto afectó especialmente a los accionistas minoritarios, que tuvieron que diluirse. Tampoco se mostró ningún análisis de la recuperabilidad de los fondos en cuestión, ni se definió el acceso a la información que tendría mi hijo, a quien se le encargó la cobranza, ni menos, como hemos sabido posteriormente, que no se acepten activos reales para cancelar lo adeudado.

Y, además, considero tendrá que dilucidarse muy bien cómo se conjuga desde el punto de vista de los intereses de la compañía y, especialmente de los demás accionistas de Primus Capital, la decisión de compra de la cartera deteriorada por un precio superior a los $ 25.000 millones por parte de los mismos accionistas con los distintos aumentos de capital que han sido propuestos por el controlador por más de $ 95.000 millones”.

-La defensa de Coeymans y Amenábar ha apuntado a que el directorio estaba informado de la situación de la compañía. ¿Es así?

-Raimundo Valenzuela reconoció en ese directorio que tanto él como Eduardo Guerrero estaban en conocimiento de la situación de la compañía. También Valenzuela informó que esto lo llevó a delegar en Guerrero, como vicepresidente, la administración de la compañía para desinflar el “globito”, como le llamaba a la cartera deteriorada en cuestión, que luego algunos accionistas adquirieron y que fue enajenada de la compañía.

Cuando Raimundo Valenzuela deja de ir a los directorios desde finales de agosto, concurriendo sólo ocasionalmente y participando algunas veces vía Zoom, nombra como vicepresidente a Eduardo Guerrero, quien debe supervisar toda la operación de la compañía. Él pasó a ser el verdadero gerente general. Me llama mucho la atención que bajo la gestión de Eduardo Guerrero se hayan aprobado muchas de las operaciones que involucraban supuestos documentos falsos.

“Me resulta curioso que se afirme que hay pérdidas por $ 30.000 millones”

-Actualmente su hijo, Francisco Coeymans, es acusado de montar un “esquema defraudatorio sin precedentes”, además de “defraudar a todos los directores y accionistas”. Usted fue director de Primus. ¿Cuál es su visión?

-Que en el tema de los cheques falsos hubo un problema de control y que claramente hay otros directores ejecutivos con responsabilidades que no son mencionados: como Brian Moore de Finanzas y Operaciones, Ian Urkow de riesgo y Patricio Cárdenas, de Asuntos Legales, además obviamente de Eduardo Guerrero. Lo que no es cierto, es que se haya creado un esquema “defraudatorio” y que se hagan acusaciones sin pruebas de que hubo un acto doloso.

-Hablamos de más de 100 cheques falsos. ¿Cómo se explica esto?

-Es muy difícil de explicar, y diría que inverosímil, que no hayan sido detectadas en las áreas de control respectivas. Se tendrá que determinar qué cantidad de estos documentos presuntamente falsos fueron aceptados por la compañía desde que asumió el señor Eduardo Guerrero como vicepresidente ejecutivo.

-Se acusa a su hijo de suplantar identidad, incluso de usted, para autorizar operaciones en la plataforma tecnológica Workflow. ¿Usted fue suplantado?

-No fui suplantado porque era la forma en que se operaba. Entre 2014 y hasta fines de agosto del año pasado, siempre fueron los gerentes los que aprobaban, ya que nosotros no teníamos acceso a la plataforma. En esas excepciones se incluían comentarios según el caso, derivados de lo conversado en comités y consultas telefónicas. Los miembros del directorio nunca tuvimos acceso a ese espacio, pero sí muchas veces nos consultaban por las aprobaciones. Recién, en agosto del año pasado, se le creó un acceso a los directores a solicitud de Eduardo Guerrero para que pudiéramos aprobar en forma directa en la plataforma.

-También existen acusaciones de instalar cámaras y espionaje. ¿Qué le ha dicho su hijo respecto de esto?

-No he hablado de ese tema con él.

-Primus ha dicho que la crisis en la compañía ha requerido del compromiso de algunos accionistas por más de $ 100 mil millones y ha implicado pérdidas para la firma por más de $ 30 mil millones producto de instrumentos falsos o protestados. ¿Dónde está esa plata?

-Yo renuncié a Primus en abril de 2023 y puedo no estar enterado de esas cifras. Me parece un exceso hacer un aporte de esa magnitud y una explicación que se me ocurre es que los bancos están cobrando platas prestadas a Primus. Me resulta curioso que se afirme que hay pérdidas por $ 30.000 millones, siendo que Primus no ha agotado la cobranza y en muchos casos cuentan con garantías reales. Confío en que no hay una intención de diluir a los accionistas minoritarios. No comprendo la justificación de los montos referidos a aumentos de capital propiciados por el controlador, cuando ni siquiera se tienen aprobados los estados financieros de la compañía a diciembre 2022.

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“Si las áreas de control no hacen bien su trabajo no es improbable que ocurran estos problemas”

El caso Primus ya no sólo apunta a Coeymans y Amenábar. En los últimos meses han surgido aristas que salpican a otros personajes. Por ejemplo, en junio Primus se querelló en contra del director médico de la CLC, Rodrigo Mardones, por giro doloso de cheques. En dicha acción judicial se acusa al doctor de entregar cheques sin fondos por un total de $ 162 millones, además de vincularlo al ex gerente general del factoring.

Otro personaje es Marcelo Rivadeneira, un gestor de inversiones que fue querellado por Ángelo Castiglione, presidente del club de fútbol Fernández Vial, quien estipuló que lo defraudó junto a Coeymans. Primus, por su parte, también apunta a Rivadeneira y lo acusa de jugar un rol en el esquema defraudatorio. Él estaría vinculado a otros personajes, como Hugo Villagrán, en sociedades que realizaron supuestas triangulaciones para conseguir recursos de Primus. Todo con el beneplácito de Coeymans y Amenábar, dice la empresa.

Una de las últimas novedades del caso es un informe de KPMG Chile, solicitado por Primus, que reveló que 42 de los 55 clientes cuestionados comenzaron a operar con el factoring sin tener registrado el inicio de actividades económicas ante el SII. Además,  el mismo documento detectó 213 cheques anómalos que suman $ 9.408.261.251. 

-Según la acusación de la empresa el esquema que habría elaborado Coeymans y Amenábar constaba de una red de supuestos clientes que entregaban activos falsificados para valerse de millonarias sumas de dinero. Marcelo Rivadeneira habría sido el encargado de conseguirlos, proceso que habría sido coordinado por Coeymans. Estos montos de dinero luego eran transferidos a cuentas de terceros utilizando una red de sociedades cruzadas en las que participaban Antonio Guzmán, Hugo Villagrán, Claudia Pizarro (esposa de Rivadeneira) y Rodrigo Mardones. Usted era director de la compañía, ¿cómo pudo ocurrir?  

-Soy enfático en decirlo: ocurrió por la falla sistémica de control de las áreas y directores de Finanzas, Operaciones, de Riesgo y Asuntos Legales. Estoy seguro de que mi hijo no ha participado en la elaboración para defraudar a la compañía, no cuadra con su historia personal.

-¿Usted conoce a estas personas (Rivadeneira, Mardones, Villagrán)? ¿Sabe hace cuánto tiempo eran clientes de la compañía? 

-No los conozco, salvo al doctor Mardones, quien ayudó a mi nieto, el hijo de Francisco, con doctores especialistas en enfermedades de alta complejidad de Boston, para tratarlo de un tumor grave. Estas personas eran clientes antiguos de la compañía. El historial de estos clientes los revisaba el área de Riesgo en detalle.

-Según Primus, más del 50% de los clientes asociados a los cheques falsos fueron creados a través de la plataforma “Empresa en un día”. ¿Su hijo, como ex gerente general, no sabía de esta situación?

-En una empresa con dos mil clientes activos e ingresos de más de 100 clientes nuevos cada mes, si las áreas de control no hacen bien su trabajo no es improbable que ocurran estos problemas.

-La empresa dice que más del 70% de estos clientes hicieron su primera operación en Primus antes de contar con inicio de actividades en el SII, esto “gracias a órdenes expresas de Coeymans y Amenábar”. ¿No le parece que son muchas las pruebas contra su hijo?

-Estoy convencido, y de acuerdo a lo que he conversado con él, que mi hijo aclarará esto cuando corresponda.

Vinculación con proxenitismo: “Entiendo que habrá una querella”

-Primus cuestionó el uso de fondos de la compañía por parte de Coeymans y Amenábar, para fines personales. Ambos habrían utilizado $ 22,9 millones en viajes a Lima. ¿Cómo responde ante esta situación?

-Francisco e Ignacio viajaban a Lima regularmente por la filial que había allá. Por lo que entiendo todos esos gastos eran por pasajes y estadía y todos ellos facturados a Primus. Estos viajes eran necesarios para el control de las operaciones en Lima.

-En la contestación de la demanda laboral también se vincula a su hijo con el proxenetismo. ¿Qué le parece?

-Es una calumnia gravísima, que provoca un daño a mi familia y entiendo que habrá una querella. La rechazo tajantemente. Es increíble constatar, que entre ex amigos y socios, se llegue a estás bajezas. Demuestra un ánimo personal y revanchista que no comparto.  

-¿Por qué decide usted responder estas preguntas si su hijo Francisco Coeymans es el principal inculpado?

-Porque yo quería hacer algunas modificaciones al acta del directorio del 29 de marzo, habiéndolo comentado con el director de Asuntos Legales, el que le contó mi intención al controlador. Mientras manejaba en el auto recibí un llamado de Raimundo Valenzuela, quien me advirtió que si cambiaba una letra, “se tiraría” con todo contra mi hijo, lo que provocó mi desilusión de esta persona y me motivó a contestar esta entrevista.

-¿Por qué debiéramos creer que usted habla libremente, considerando que es padre del principal inculpado?

-Me interesa que me crean los que me conocen.

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Sobre Raimundo Valenzuela: “Ha sido muy decepcionante y doloroso el encono personal que ha tenido contra mi hijo”

-Primus describe lo ocurrido como “uno de los escándalos financieros y corporativos más graves de nuestro país ocurridos durante los últimos años”. ¿Está usted de acuerdo?

-No comparto tal afirmación, aunque no he examinado la historia de todos los problemas financieros que ha habido en este país, pero basta recordar los problemas de la Banca y otras instituciones financieras en la crisis de 1982, o la crisis de La Polar, para ver lo errado de la afirmación. Hay que tener presente que este es un conflicto entre privados y no involucra dineros fiscales ni públicos. Me da la impresión de que, más allá de la gravedad del conflicto, adjetivarlo como “uno de los escándalos financieros más graves de nuestro país” tiene por objeto darle a este asunto una connotación pública y amplificación que no comparto.

-En una reciente entrevista con El Mercurio, Raimundo Valenzuela se refirió a usted como una persona “muy honorable”. ¿Cómo fue su relación con él en la compañía? ¿cómo está hoy su relación con él?

-Siempre mi relación con Raimundo Valenzuela fue muy cordial en lo humano y de respeto mutuo en lo profesional, estando casi siempre de acuerdo con sus decisiones y comentarios. Le agradezco que se exprese en forma muy positiva sobre mi honorabilidad. Pero, con la misma claridad, le digo que ha sido muy decepcionante y doloroso el encono personal que ha tenido contra mi hijo.

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